Entradas populares

Nueva Geopolitica Internacional

NUEVA GEOPOLITICA INTERNACIONAL BOLIVARIANA:
Vivimos en un mundo globalizado e interdependiente, lo que significa que una crisis que surge en algún lugar se convierte en crisis en muchos otros lugares. Pero, al mismo tiempo, debemos constatar que las relaciones internacionales pasan por un momento particular que me atrevo a calificar de difuso e impreciso y ello por varias razones.


En primer lugar y esto no escapa a ningún observador advertido, la primera potencia mundial, los Estados Unidos de Norteamérica, está dirigida desde hace seis años, por una administración que no está a la altura de las circunstancias que demandaría la política internacional de ese país. El Presidente Bush, con su política intervencionista en Irak se ha ganado el rechazo, no sólo de sus connacionales sino también de la gran mayoría de la opinión pública mundial; no es por casualidad que su popularidad se encuentra, en niveles muy bajos. Esto ha fortalecido, a nivel internacional, gobiernos así como grupos y movimientos alternativos significativamente anti norteamericanos que en otros momentos no hubieran encontrado todo el eco que en la actualidad tienen entre sus seguidores. Además, sin desconocer que el terrorismo y el narcotráfico son problemas de la mayor importancia, Washington da demasiada importancia a los mismos en detrimento de otros asuntos que son también relevantes para el mundo como son los problemas ambientales, la lucha para combatir y erradicar las pandemias que azotan muy particularmente al mundo en desarrollo y la cooperación internacional tan necesaria para permitir a nuestros países obtener los mayores beneficios posibles de la globalización, y entonces evitar las profundadas desigualdades que persisten a nivel mundial.

En segundo lugar, carecemos de liderazgos fuertes, carentes de ideales y fundados en valores democráticos ampliamente aceptados y capaces de alcanzar concertaciones y entendimientos en favor de la paz y estabilidad mundial, del desarrollo y progreso de las naciones en el marco de un nuevo sistema internacional. Prevalece, ante todo, el pragmatismo político.

En tercer lugar, durante varios años y de manera sostenida los precios internacionales de la energía se han mantenido en niveles muy altos, - situación que no se prevé cambie en el mediano plazo - batiendo record histórico de día en día, lo que se ha traducido por un altísimo acumulamiento de capital por parte de los países productores – exportadores de petróleo y gas, dándoles mayor peso geopolítico.

En cuarto lugar, actores tradicionales se han visto fortalecidos y otros han surgido, ya sea con capacidad de acción mundial o regional, pero aún no se les ha dado la posibilidad de asumir adecuadamente sus responsabilidades y hacerse coparticipes de decisiones internacionales que atañen a todos por igual, especialmente cuando reconocemos que vivimos en un mundo globalizado e interdependiente.

Ciertamente y visto el estado actual de las relaciones internacionales, todo nos conduce a pensar que se hace necesario establecer un nuevo orden internacional, fundado en la multipolaridad. Este nuevo orden se alcanzará por dos vías posibles: o los Estados Unidos convienen en diseñarlo en conjunto con los países emergentes o una nueva realidad internacional se impondrá. De conformidad con la estrategia de seguridad nacional establecida por los Estados Unidos en el año 2006, este país debería trabajar, conjuntamente con sus socios más cercanos, para reformar las instituciones internacionales y cuando fuera necesario, crear nuevas instituciones para afrontar nuevas realidades.

Es fundamental que los mecanismos internacionales de toma de decisión sean objeto de una profunda labor de reingeniería para dar cabida a esos nuevos actores que cada día adquieren mayor peso específico, o por el contrario estos países darán origen a organismos en los cuales controlen las decisiones y por lo tanto entren en conflicto con los existentes o peor aún, que asistamos a un proceso cada vez más creciente de confrontación política, con resultados impredecibles para unos y otros.

Desde los años noventa del siglo pasado vienen ocurriendo cambios significativos a nivel de las instituciones internacionales establecidas después de la segunda guerra mundial bajo la hegemonía norteamericana, que le permitieron a este país, entre otras cosas, promover el libre comercio, abrir y ampliar el mercado internacional de capitales y aunque contuvo la proliferación nuclear no logró completar, en su reemplazo, un efectivo régimen de compromiso para el control de armamentos. No obstante, nada indica que los cambios que han tenido lugar en esas instituciones continúen y lleguen a ser significativos. Tal es caso que el GATT se transformó en la Organización Mundial del Comercio (OMC), y se le dio cabida, en el 2001, a China y Rusia se encuentra a punto de ingresar a la Organización integrada hoy en día por 151 países. La OTAN se abrió a los países de Europa oriental y su esfera de influencia a los Balcanes. Se creó el Foro de Cooperación Económica Asia – Pacífico, (APEC), red integrada de acuerdos bilaterales que funciona quizás mejor que muchos mecanismos de integración regional y en el cual participan, entre otros, China, los Estados Unidos, Rusia, México, Perú y Chile. El Tratado de No Proliferación Nuclear fue renovado de manera indefinida. El Grupo de los 7 le dio cabida a Rusia y muy posiblemente se la dé muy pronto a Brasil pues existe amplio consenso para que este país se integre a dicho grupo, lo que presagia una futura inclusión de China.

Lo que es cierto es que de un mundo como el del siglo pasado, en el cual tan sólo un pequeño grupo de países, Estados Unidos, la URSS, Japón y algunos europeos, podían calificarse de poderosos, estamos pasando, paulatinamente, a un mundo multipolar como consecuencia de nuevos actores como los son China, India, Rusia, Brasil, Sudáfrica, así como una Unión Europea cada vez más amplia en su integración pero no necesariamente en su accionar geopolítico.

Conviene detenerse en algunos de estos casos.

Comencemos por China, país reconocido como potencia nuclear, con elevadas tasas sostenidas en el tiempo de crecimiento económico, poseedor en la actualidad de las más altas reservas internacionales, con una importante participación en el comercio internacional y con un peso político, regional y mundial, cada vez mayor. Está previsto que a mediano plazo, China será la segunda economía mundial.

La estrategia china está dirigida a mantener una alta tasa de crecimiento económico, atraer hacia su territorio el mayor número de recursos tecnológicos y financieros, y reducir al máximo las posibilidades de usar, innecesariamente, sus actuales recursos naturales. Consecuentemente, le interesa apoyar y mantener el actual orden económico internacional. La actual estrategia china no pone énfasis, como otras economías en el pasado, en el esfuerzo militar pues, según los actuales líderes de ese país, ello pudieran generar inquietudes innecesarias en otros países, obligándolos a reaccionar en consecuencia, y además, drenaría, de manera injustificada, recursos humanos y materiales esencialmente necesarios para permitir a muchos ciudadanos chinos que aún no se benefician del rápido desarrollo alcanzado por el país, formar parte de lo que el Presidente Hu Jintao ha denominado la “sociedad armoniosa”.

En lo político, el país vive un proceso de reformas de la mayor importancia que lo conduce, de manera gradual e inevitable hacia un sistema cada vez más democrático. Hablamos de un país en el cual hay una coincidencia total entre el Partido y el Estado. Nada de cargos vitalicios y dirigentes que se perpetúan en el poder. Los veteranos en el Comité Permanente del Buró Político tienen que abandonar sus funciones, pues alcanzan el límite de edad (70 años), un principio que inyecta sangre nueva, por lo que en el reciente XVII Congreso del Partido Comunista entraron al Comité Permanente cuatro nuevos miembros, en remplazo de sendos salientes, dos de ellos menores de 54 años, entres quienes se encuentra el posible sucesor de Hu quien ha de retirarse en el año 2012.

Este XVII Congreso, dedicó poco espacio a la política exterior y confirmó la orientación china hacia un desarrollo pacífico de las relaciones internacionales, lo que algunos han calificado como el mantenimiento del status quo, pues el objetivo principal era el de reorganizar el partido, - esto último, eliminando el cáncer de la corrupción a través de una formación más severa, persiguiendo el desarrollo de métodos más democráticos y estableciendo una “meritocracia” en la selección de los dirigentes - y poner las bases para el crecimiento económico y social del futuro.

En segundo lugar y de manera particular me referiré a Rusia.

Desde que Vladimir Putin llegó al poder su objetivo fundamental ha sido el de restablecer la tradicional grandeza rusa, a ello han contribuido, sin lugar a dudas, los altos precios internacionales de la energía pues siendo Rusia el primer país del mundo productor y exportador de gas – Alemania depende de Rusia en un 44% de sus importaciones de gas y en un futuro próximo de un 80% - así como importante exportador de petróleo, su economía creció de manera sostenible durante los últimos años a un ritmo superior al 6,5%. Posee, en la actualidad las terceras reservas internacionales del mundo y su poderío militar, en particular nuclear, solo encuentra parangón con el de Estados Unidos.

Este desarrollo económico se ha traducido por un crecimiento de la clase media rusa, de un mejoramiento del nivel de vida de la población, el rublo es hoy en día una moneda convertible. Simultáneamente el Estado tiene un mayor control de la economía lo que se ha traducido por una mayor ineficiencia y más corrupción, la oposición ha sido acallada y numerosos periódicos o estaciones de radio y televisión han sido cerradas o han pasado bajo el control de personas afectas al régimen. Putin tiende a monopolizar y controlar todos los poderes públicos, incluyendo la Duma, parlamento ruso, así como los gobernadores regionales. A pesar de todo ello o como consecuencia de ello, Putin goza de una popularidad superior al 70%, lo que le permitirá ganar las elecciones legislativas del próximo 2 de diciembre y seguir dirigiendo el país pero desde el cargo de Primer Ministro aunque no se puede descartar que regrese a la presidencia en el año 2012.

En materia de política exterior hay que recordar que Rusia es miembro permanente del Consejo de Seguridad, del Grupo de los 8, del Club de Paris como país acreedor, y participa intensamente en la búsqueda de solución a crisis internacionales como la de Irak, Irán, Corea del Norte y Medio Oriente. Es cierto que Putin le ha concedido gran importancia a la economía, en particular el petróleo, para recuperar influencia en las antiguas repúblicas soviéticas, a excepción de las Báltica; sin embargo, la geopolítica continúa siendo un elemento destacado en la estrategia del Kremlin. Aunque ha aceptado la ampliación de la OTAN a los países Bálticos, el estacionamiento de tropas estadounidenses en Asia Central y la retirada de Washington en el 2002 del Tratado sobre Misiles Anti-Balísticos suscrito en 1972, y mantiene una relación de amistad con el Presidente Bush, no podemos afirmar que su política exterior se haya plegado a los intereses de Estados Unidos. Prueba de ellos es que desde hace un año mantienen serias diferencias en lo que se conoce como el escudo antimisiles en Europa pues los Estados Unidos negocian la instalación en Polonia de diez misiles antimisiles y de un radar en la República Checa, pero tropieza con la oposición de Rusia por considerar que vulneraría sus intereses vitales. Además, Moscú rechaza la postura estadounidense de que Irán supone una amenaza militar para instalar tal escudo antimisiles.

Rusia se ha convertido en un gran proveedor de armas a nivel internacional, siendo sus principales clientes China, India, Indonesia, Irán, Siria y Venezuela, para citar tan sólo unos casos. En lo que respecta a nuestro país, tales ventas, según pronósticos del propio Putin, se deben duplicar o triplicar durante los próximos años.

En definitiva, Rusia es un país vital para la estabilidad, la seguridad y la prosperidad de Europa, de muchas de las antiguas repúblicas soviéticas y de otros países de su área de influencia geoestratégica lo que los obliga a entenderse con ella y buscar compartir objetivos de política internacional.

Otro desarrollo interesante de analizar es el de Irán.

En la actualidad los problemas más importantes del Medio Oriente – que van desde cuestiones de seguridad inherentes al Golfo Pérsico hasta las guerras civiles de Irak y la que se incuba en el Líbano– no se podrán resolver sin la participación directa de Irán, que se ha convertido en una potencia regional. Ello se debe a varios factores: en primer lugar, a los errores cometidos por los Estados Unidos con la guerra de Irak; en segundo lugar, a la reciente humillación militar sufrida por Israel en el Líbano; en tercer lugar, al surgimiento regional como fuerza política de los chiitas; en cuarto lugar, al fortalecimiento de los partidos islamistas en la región y finalmente, al progresivo desarrollo y fortalecimiento, independientemente de los reclamos del mundo occidental, de su programa nuclear y al hecho de que las Fuerzas Armadas iraníes son las más numerosas y poderosas de la zona cuyo jefe máximo es el líder espiritual del país, el ayatolá Ali Jamenei; los soldados no se consideran únicamente defensores de la patria sino también del Islam amenazado por el “Gran Satán” (nombre oficial de EEUU en Irán) y los infieles del mundo entero.

Es importante destacar que a pesar del radicalismo del nuevo liderazgo iraní, con el Presidente Mahmoud Ahmadinejad a la cabeza, estos no han tratado de derrocar a las monarquías existentes en la región o a gobiernos de tendencia claramente pro occidental como los son el de Egipto y Jordania, y tampoco los han declarado enemigos de su proyecto político. Igualmente, se han cuidado de exportar abiertamente su revolución hacia otros países aunque no dejan de apoyar movimientos nacionalistas en Irak o a Hezbolá en el Líbano y Hamas en palestina. La manera inteligente de cómo están manejando su política exterior regional, colocándose en posición decisoria, la encontramos estos días cuando han dado su apoyo abierto al gobierno turco e iraquí en su lucha contra el Partido de los Trabajadores de Kurdistán, al cual han calificado de movimiento terrorista que no tiene cabida en la región.

La postura frente al Estado de Israel, y al judaísmo en general, es extremadamente agresiva, particularmente si tenemos en mente que el propio Ahmadinejad habla de eliminar a Israel de la faz de la Tierra y niega abiertamente la existencia del Holocausto. Ello, aunado a la política de enriquecimiento de uranio con fines no pacíficos y esto se puede afirmar pues para la elite religiosa y política iraní el tener armas nucleares es fundamental para consolidar la posición del país y contrarrestar la influencia americana a nivel regional, ha hecho que algunos países promuevan sanciones colectivas, o incluso individuales, de carácter político, económico y militar. Otros consideran que lo mejor es buscar un entendimiento con Irán a través del dialogo y la vía diplomática. Como referencia esencial de la primera postura se sitúa los Estados Unidos, cuyo Presidente, George W. Bush insiste, de forma permanente, que frente a Teherán “todas las opciones están sobre la mesa”, lo que en otras palabras significa la disposición a usar la fuerza si las otras opciones fracasan. Ahora encuentran un gran aliado en el recién electo presidente francés Nicolás Sarkozy y también en el primer ministro británico, Gordon Brown, quien no descarta totalmente la posibilidad de que el Reino Unido preste apoyo militar a Estados Unidos o a Israel en un ataque contra Irán. En la segunda tesitura encontramos a China y a Rusia, quienes favorecen el diálogo con Irán en la búsqueda de una política de contención.

En el ámbito de estas dos escuelas de pensamiento es necesario tener presente que Irán, al convertirse en la primera potencia regional, tiene que ir, necesariamente, ya sea hacia la coexistencia o hacia la confrontación con los Estados Unidos. Sin embargo, no debemos olvidar que para Ahmadinejad, así como para los líderes religiosos y políticos iraníes, el causante de todos los problemas que ha padecido el pueblo iraní, desde el régimen del Shah hasta la invasión de Irán por las tropas de Saddam Hussein, han sido y siguen siendo los Estados Unidos de América, fuente cultural de contaminación y representante de un capitalismo rapaz y explotador. Pero también lo consideran un imperio en decadencia. En todas estas apreciaciones y acusaciones, y de manera más general aún, coinciden plenamente con Venezuela y otros gobiernos como el de Siria.

Esto último es, sin lugar a dudas, el fundamento para la relación geoestratégica privilegiada entre los regímenes de Ahmadinejad y Chávez, quien le ha abierto prácticamente al primero las puertas de Latinoamérica, especialmente de países como Bolivia, Nicaragua, Ecuador e incluso Cuba. Esta nueva influencia que se hace presente en nuestra región no es vista con buenos ojos pues independientemente de los beneficios que ella pueda aportar, a través de nuevas inversiones, creación de fondos binacionales, incremento del comercio, etc., trae consigo el fundamentalismo religioso y algo más grave aún, el apoyo al terrorismo internacional como vía para destruir al imperio. Para Javier Solana, Alto Representante de la Política Exterior y de Seguridad Común de la Unión Europea, estas no son las mejores amistades para ningún país de América Latina y no cree que haya ninguna ventaja en hacer relaciones con un país que está sancionado por las Organización de las Naciones Unidas (ONU), como Irán.

.

En conclusión, Chávez y el grupo de asesores que tiene en materia de política internacional, han sabido comprender, desde hace ya tiempo, los cambios cualitativos y cuantitativos que se dan en las relaciones internacionales y se han aprovechado positivamente de ellos para establecer fuertes alianzas geopolíticas, geoestratégicas y geoeconómicas que dan soporte y difusión, a nivel internacional, al proyecto político revolucionario bolivariano.
[1] Basado en el Plan Nacional de Desarrollo de Venezuela 2007 – 2013 y en la Exposición de Motivos al Proyecto de Reforma Constitucional propuesto por el Presidente Hugo Chávez.
RESUMEN DE NUEVA GEOPOLITICA INERNACIONAL

1 comentario:

  1. HOLA, POR FAVOR DIGAMEN QUE SIGNIFICA PROYSOC Y PORQUE MISIÓN SUCRE COMO FACILITADOR?

    ResponderEliminar